Fascinado por la idea de custodiar obras de arte, Alois Vogel trabaja como vigilante del Museo de los Expresionistas de Coblenza, su ciudad natal. Tras 25 años como empleado en esta institución, comienza a escribir sus memorias. Pablo d'Ors nos ofrece aquí una inolvidable historia de tintes centroeuropeos sobre la búsqueda de la plenitud en lo sencillo. Un viaje al laberinto de la mente humana.